LA MEGA-EXPEDICION A AFGANISTAN
(el reencuentro de José y Benjamín)

Hemos visto que la principal tarea del Mesías de ISRAEL – nuestro Señor Jesucristo/YeshuaHamashiaj - encomendada por YaHVéH en Isaías 49:6, es convocar en el fin de los tiempos a un remanente salvo – lavado por la sangre del Cordero - de cada una de las doce tribus de ISRAEL. Este será el pueblo santo del Reino de los Cielos que predicaron los apóstoles. A eso se refiere la expresión "todo Jacob/Israel será salvo" de Romanos 11:26.
Y a partir del 11-S todo lo que sucede en el plano material de la historia responde a causales espirituales que están tan lejos de los análisis politológicos y mediáticos "como los cielos lo están de la tierra". Es que Dios/Elohim teje el tapiz de la historia en cada detalle, pero nosotros solo vemos el burdo contrafaz de Su diseño.

Repasemos la historia: uno de los momentos "prenatales" mas traumáticos de la que sería la nación de ISRAEL fue aquel en que José - visir todopoderoso de Egipto - se dio a conocer a sus hermanos, los mismos que lo habían vendido a una caravana de mercaderes para calmar los celos que los atormentaban. El momento de la revelación de la identidad de José ante sus hermanos fue de gran emotividad, y fue antecedido de una larga serie de intrigas. Mediante ellas José había conseguido que sus hermanos trajeran a Egipto desde su tierra patriarcal a su hermano Benjamín, que se había quedado con su anciano padre Jacob. El patriarca, luego de la desaparición de José – que el creía muerto - había convertido a Benjamín en su soporte emocional. Es que José y Benjamin eran hermanos de la misma madre: Raquel, la esposa amada de Jacob. Por eso José , visir de Egipto y dueño del mundo de entonces , movió los hilos para que sus medio hermanos trajeran a su presencia a su querido hermano menor. Y solo después de este emocionado reencuentro con su hermano menor , hijo de la misma madre, se dio a conocer a los demás. Aquí hay una clave que no podemos dejar pasar por alto para entender la raíz profética de la llamada “guerra de Afganistán”. Leamos con detenimiento Génesis 45:15-14:


"Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano,
y lloró;
y también Benjamín lloró sobre su cuello.
Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos;
y después sus hermanos hablaron con él".

Veamos que quiere decir esto hoy: en un articulo anterior vimos que los EEUU/Inglaterra son el referente de la prole de José en nuestros días. Solo ellos han cumplido - y cumplen - con la huella histórica de la deriva de los "hijos de Omri" hacia occidente, a las "islas", las "costas" y los "extremos de la tierra" (todo esto mirado desde las coordenadas de ISRAEL), y con la manifestación de la extraordinaria bendición material y espiritual de los oráculos de Jacob y Moisés sobre José.
Sabemos entonces adonde esta la prole de José hoy ¿y adónde esta la prole de Benjamín?. Si el reencuentro entre todos los hermanos – los doce hijos de Jacob - comenzó con un reencuentro entre José y Benjamín, si discernimos en donde está hoy la prole mas visible del hermano menor de José tendríamos una clave importante para discernir si nos encontramos cerca o lejos de la restauración de "todo ISRAEL". Naturalmente que estamos hablando en el plano de la sombras de las cosas espirituales - celestiales - sobre las cosas materiales - terrenales -. Fuera de este contexto de discernimiento espiritual los eventos luego del 11-S parecen no tener sentido. Aparecen como una pesadilla interminable, un despropósito mayúsculo, cuando sin embargo están en línea con el cumplimiento del Propósito eterno de Dios/Elohim para la redención de todas las naciones de la tierra.

Ahora bien: está claro que la revelación del remanente de cada una de las doce tribus de ISRAEL que conformará el pueblo santo del milenio - o el ISRAEL DE DIOS - solo lo veremos luego del advenimiento del Mesías de ISRAEL. Pero podemos leer algunas claves - "dolores de parto" podemos llamarlos - en las "guerras" después del 11-S. Y la llamada “guerra de Afganistán” – que en la agenda de Dios lleva otro nombre – es la primera mega- expedición de occidente a Medio Oriente luego del 11.S.
En esos días pudimos leer mucho sobre la idiosincrasia de ese pueblo – Afganistán – que de pronto se encaramó en las noticias, y que era un tanto desconocido para occidente. Y se pudieron leer artículos como el que sigue:

"En 1893, los británicos terminaron por reconocerles a los afganos su independencia, asentada en una nacionalidad con predominio de la etnia pathan, constitutiva entonces del 45 por ciento de la población, y también justificada por una leyenda en la que ellos creen ciegamente, y según la cual descienden del rey Saúl, el inmediato predecesor de David en el trono de los judíos y miembro de la tribu de Benjamín, una de las siete grandes tribus de Israel"

Es decir, el pueblo de Afganistán desciende de “Afga” que – según otros datos - fue un nieto del rey Saul, el primer rey de ISRAEL, y además presbote del rey Salomón, perteneciente a la tribu de Benjamín. Sin embargo, lo paradójico es que los pasthun - la etnia a la que pertenece el presidente Hamid Karzai y el rey que retorno a Afganistán luego de su liberación - si bien afirman con convicción imperturbable que son descendientes del primer rey de ISRAEL confiesan también que - como etnia - se convirtieron al Islam. Esta es una de las paradojas que tenemos que sortear cuando recorremos las hebras del tapiz de Dios/Elohim en la historia. Y algunos estudiosos dicen que el origen israelita de los pasthun se percibe en muchas costumbres que persisten luego de su conversión al islamismo y que podemos observar al interior de sus hogares (por ejemplo, el hecho de que leen el Corán haciendo un leve balanceo con el cuerpo, como vemos que hacen los judíos cuando oran frente al contrafuerte occidental de la explanada del Templo, el “Kotel” - el mal llamado "muro de los lamentos" -. También en los nombres propios de los pasthun abundan desde tiempos ancestrales muchos "José" y otros de origen netamente bíblico que no podrían explicarse de otro modo. E incluso en los nombres de la geografía de Afganistán se encuentra un paralelismo con nombres correspondientes al pasado de los “hijos de Israel” – las “diez tribus - luego de su cautividad en Asiria (nota 1).

No hay duda entonces de que son muchas las evidencias de que los pasthun son benjaminitas y que cuando vemos al presidente Hamid Karsai - perteneciente a la nobleza pasthun - estamos viendo a un descendiente del rey Saúl.
Esto hace que la mega-expedición aliada en Afganistán tenga un sentido muy especial en su trasfondo profético. El reencuentro de José y Benjamin – como hemos visto - fue el inicio del reencuentro de todos los hermanos. Y sin duda que hoy, en tiempos previos a la revelación de un remanente de cada una de las doce tribus de ISRAEL, es posible interpretar la intervención en esas tierras de tropas de naciones a la cabeza de las cuales estuvo el binomio EEUU/Inglaterra – la casa de José - como una anticipación, aun en misterio, del reencuentro futuro del remanente salvo de las doce tribus de ISRAEL. Esta es una clave que no hay que dejar pasar, son síntomas "prenatales" de lo que sabemos que no está lejano, esto es, la manifestación del ISRAEL DE DIOS.

Volvamos brevemente a la historia para percibir la intensidad de la relación entre José y Benjamin y como este reencuentro condicionó la reconciliación con sus otros hermanos. Estos habían ido a Egipto en busca de alimento – como se sabe - dejando a su hermano menor junto a su padre Jacob, a pedido de este, por ser hijo junto con José de su amada Raquel. Y José – aun sin darse a conocer - les exigió:


"Pero traeréis a vuestro hermano menor,
y serán verificadas vuestras palabras, y no moriréis.
Y ellos lo hicieron así".

Génesis 42:20)

La mega-expedición de EEUU/Inglaterra a Afganistán - país que había sido copado por los árabes de Osama Bin Laden pertenecientes a la descendencia de Esau, a la que YaHVéH declaró su “anatema “ - significa proféticamente un reencuentro de José (EEUU/Inglaterra) con su hermano Benjamin (Afganistán). Tiene, por tanto, un sesgo espiritual "amable" a pesar de la alta tensión con la que estuvieron cargados los días previos a la ejecución de esta mega-operación (que tal vez ya olvidamos, por la sobredosis de noticias sobre Irak).

Así, Hamid Karsai, el Presidente de Afganistán tuvo desde el inicio una buena química personal con occidente y con los EEUU. Y por eso, cuando luego de la liberación de la dictadura de los "talibanes" y AlQaeda se convocó a toda la comunidad internacional para la tarea de reconstrucción esta se realizó sin ningún trauma. Hay mucho consenso internacional en torno a Afganistán, en franco contraste con el tema de Irak en donde todo es ofuscamiento. Y es que muchas de las naciones que cooperaron y cooperan hasta hoy con Afganistán (cuya reconstrucción nunca veremos completa debido a los tiempos dolorosamente transitorios en que vivimos) tienen raíces israelitas (recordemos que “israelita(efrainita)” no es sinónimo de “judío”, aunque ambos pertenecen a la misma nación de ISRAEL original). Así, los principales países europeos – de raíz celta y germana - se prestaron gustosos a la tarea de reconstrucción y las fuerzas de apoyo internacionales están hoy bajo el comando de la OTAN, la organización que une a EEUU y Europa. Todo es consenso y acuerdo en los organismos internacionales en lo que se refiere a que hacer en Afganistán.
Hamid Karsai es la imagen del lado "bueno" de la situación, y los talibanes y AlQaeda son el lado "malo". Otra cosa sucedería con el próximo paso de las “guerras después del 11-S”: la mega-expedición a Irak, en que la visión internacional se ofusca - como dijimos - y los análisis son confusos y conflictivos. Es que esta otra mega-intervención - omnipresente en los medios - tiene una raíz profética radicalmente opuesta que analizaremos en el próximo estudio.

Si bien vivimos entonces momentos de confusión que aparentan no tener salida (y para los parámetros de este mundo efectivamente no la tienen), todos los sucesos después del 11-S encajan a la perfección en el plan de redención de las naciones cuya coronación será el advenimiento del Reino de los Cielos - la restauración del Tabernáculo caído de David -, los días venturosos de Justicia y Paz de “YaHVéH Justicia Nuestra”.

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nota 1): hay que tener presente que Afca llegó a esas regiones antes de el exilio masivo del norteño reino de Israel (Efraín), ya que debe haberlo hecho no mucho mas allá de la fecha de la muerte de Salomón alrededor del 930 A.C., y también hay que reparar en que la tribu de Benjamin era una tribu del sur unida a Juda, que no pertenece a las llamadas "diez tribus perdidas" del norte. Pero con mucha probabilidad un resto de estas últimas - las tribus nortreñas de Israel exiliadas de Samaria en el 722 A.C. - emigraron hacia las planicies de Afganistán y mucho mas allá, a partir de las planicies transcaucásicas luego de la desapareción del imperio Asirio que los capturó. Esa población desterrada del norteño de Israel se unió a la prole de Afca seguramente identificados por su pasado común. Incluso hay localidades que llevan el nombre de “kumri” – un derivado de “hijos de Omri” - en el norte de Afganistán. Y este era el nombre genérico por el cual se conocía a los “hijos de Israel(Efraín)" entre las naciones. ( ver "Soplados por el viento solano"). De modo que en Afganistán debe de haber una representación de muchas de las “diez tribus” - además de la de Benjamín - lo que aumenta el significado profético que estamos analizando.

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