5) Destierro y rescate de Efraín:


1) el destierro de los “hijos de Israel(Efraín)”

El juicio de YaHVéH sobre el norteño reino de Israel(Efraín) en tiempos de Jeroboam II marcó la historia universal para siempre. Oseas y Amos fueron levantados para profetizar y decretaron de parte de YaHVéH el destierro y la excomunión del reino apostata que se cumplió en manos del emperador asirio Sargon II, en el 722 A.C.

Los descendientes de los desterrados recibieron el nombre en la historia de "hijos de Omri" (ver 01.2: "Soplados por el viento solano"), expresión que derivó luego en "kimris" o "cimerios". Estos son los que en su deriva occidental fueron llamados celtas/escitas/galos, y constituyeron el fundamento de las naciones europeas (nota 1). Pero en la profecía mantuvieron el nombre de "hijos de Israel" o "casa de Israel", o "Efraín" (su nombre emblemático), además de "Jacob", "Israel"; y aun "Isaac" entre otras denominaciones. Nuestro Señor - por ejemplo - se refirió a la descendencia en el destierro del que había sido el norteño reino de Israel(Efraín) como “casa de Israel”. Pero también hubo una deriva oriental de los “hijos de Israel” y sus huellas pueden seguirse en Persia, Afganistán, India, China y Japón y por lo tanto se encuentran también “mezclados” con muchas naciones asiáticas. Finalmente, también encontramos "hijos de Israel"/"casa de Israel"/"Efraín en Africa a partir de diferentes migraciones, aunque con nombres muy variados. Y en América y Oceanía, como resultado de la colonización europea también tenemos una gran concentración de “hijos de Israel”. Es decir que en toda etnia, lengua, pueblo o nación se puede encontrar la simiente de los “hijos de Israel”, y esta es la razón del evangelio a las naciones. La palabra del evangelio del Reino debía de llegar a todas las naciones de la tierra, porque en todas ellas hay descendencia de los “hijos de Israel”.

2) como se introdujo la apostasía en el reino de Israel(Efraín)

Desde los días de la dinastía de Omri (880-841) el norteño reino de Israel(Efraín) se había caracterizado por una economía próspera, emparentada a una la apostasía religiosa. Omri había introducido los dioses fenicios "Baal" y "Astarté" en su reino para neutralizar la atracción por el Templo de Jerusalem y el culto al Dios/Elohim verdadero que prevalecía en Juda. Pretendía así preservar la independencia de su reino provocada por la partición del único ISRAEL de David y Salomón, en el del 930 A.C. De esta partición derivaron dos reinos: el de "Israel(Efraín)" al norte, y el de "Juda" al sur, de muy diferente tránsito en la profecía. Pero la introducción de los dioses fenicios Baal y Astarté fue también una operación de alianza comercial con el próspero Tiro y Sidón.

Y para reafirmar lo anterior. el hijo de Omri - Acab - se casó con la hija – Jezabel – de un sacerdote fenicio lo que consolido la religión fenicia en el reino norteño - y la alianza comercial que venía junta - convirtiendo el culto a YaHVéH en una "cosa extraña". Esos fueron los días de Elías y Eliseo, dos de los más ungidos profetas de ISRAEL que demandaron con vigor a los reyes del reino de Israel(Efraín)" su desvío del culto verdadero. Cierto es que Jeroboam II – bajo cuyo reinado profetizaron Oseas y Amos - no pertenencia a la dinastía de Omri, pero la sombra de la apostasía y acuerdos comerciales iniciada en sus días se proyectaba aun en su reinado por los mismos motivos de "independencia" religiosa de Judá y prosperidad comercial que había ideado Omri.

3) "Juda" y la constelación de "Efraín".

En Amos 7: 9 se hace referencia al juicio contra el reino norteño:

"Los lugares altos de Isaac
serán destruidos,
y los santuarios de Israel
serán asolados,
y me levantaré con espada sobre
la casa de Jeroboam".

Y en este pasaje que habla de juicio sobre el norteño reino de Israel(Efraín) vemos que se llama a este con dos nombres: "Isaac" e "Israel", que muestra la diversidad de denominaciones que han complicado el estudio profético. Por lo demás, la destrucción de los altares corrompidos fue la antesala de los juicios de destierro de "Efraín" entre las naciones. Años mas tarde Judá también sería llevado al exilio en Babilonia por su apostasía, pero esta severa pena no incluiría el olvido de sus tradiciones y de sus raíces nacionales, como si ocurrió con los "hijos de Israel"/"casa de Israel"/"Efraín".

Por el contrario, "Judá" recordaría a su Dios/Elohim en su destierro en Babilonia y a sus tradiciones, ¡y como los recordaría! . Y si su memoria flaqueara - y sucedió algunas veces - YaHVéH levantaría siervos y profetas para vivificarla. Nada de esto sucedió en cambio con los "hijos de Israel"/"casa de Israel”/”Efraín” ya que su memoria nacional fue por completo apagada hasta un tiempo futuro que Él designaría.

Habiendo sido entonces "Efraín" desterrado y borrada su memoria 200 años antes, resultó que a su retorno del exilio babilonio "Juda" emergería como el único referente del ISRAEL original olvidándose - a todos los efectos históricos - a las "diez tribus" del reino norteño que fueron dadas por "perdidas".

Es decir, ocultos para el lenguaje corriente de la historia, las "diez tribus" del norte se volverían "inexistentes". Y se hablaría de ellas como "las diez tribus perdidas de Israel" sin discernir que su descendencia esta entre nosotros, en todo el mundo, ahora. De este modo aún hoy los términos "judío" e "israelita" aparecen como sinónimos al publico desinformado. Sin embargo los "judíos" son una de las tribus de Israel a la cual se le unió "Benjamin". Pero las diez tribus restantes - las que según la tradición popular están "perdidas" son los que apropiadamente se pueden llamar israelitas o “hijos de Israel”. Esta confusión semántica ha puesto un candado a la interpretación de la profecía del cual solo en estos días hemos encontrado la llave.

A la descendencia del norteño Israel(Efraín) se le conoce como "Efraín” en la profecía por ser esta su tribu líder. Y por ser "Efraín" el primogénito legal de Jacob, también se les llama a las "tribus perdidas", "Jacob" o "Israel". De modo que - si enfrentamos nombres emblemáticos - tenemos por un lado "Juda" (del reino de sur) y por otro "Efraín" (del reino del norte), y este ultimo lidera una constelación de nombres proféticos para su descendencia: "Isaac", "Jacob", "Israel", "hijos de Israel", "casa de Israel", y muchos más. Pero en la historia de las naciones - ajena al lenguaje profético - sus nombres fueron: "hijos de Omri", "kimris", "cimerios", "escitas", "celtas", "galos", y otros. Es esta multiplicidad de designaciones para un mismo colectivo disperso lo que debemos manejar para discernir la trama de Dios/Elohim en la profecía y confirmarla en la historia de las naciones. Veamos que "Juda" siempre fue "Juda" en la profecía y en la historia. Pero "Efraín" se esconde, se deshilacha, se difumina, detrás de una enorme constelación de nombres que debemos conocer de antemano para leer la profecía y para percibir en la historia las hebras que Dios/Elohim quiso dejar mas a la vista, ya que todas no las podemos seguir. De este modo emergerá un cuadro muy claro de los textos proféticos que nos comenzarán a hablar con una voz nueva.

5) la misericordia de Dios/Elohim y el plan de rescate de Efraín de entre las naciones.

El corazón de YaHVéH se compungió por el destierro de su primogénito "Efraín" – que es un colectivo de pueblos como dijimos - y prometió su retorno por "camino derecho" (Jeremías 31;9). Y en Jeremías 21:20 se lee:

"¿No es Efraín hijo precioso para mí?
¿no es niño en quien me deleito? ...
Por eso mis entrañas se conmovieron por él;
ciertamente tendré de él misericordia,
dice YaHVéH".

y estas entrañas conmovidas del Altísimo por "Efraín", con la intensidad inimaginable que esto supone, pusieron en acción el misterio mas bendito de toda la historia de las naciones: la "pura gracia" de YaHVéH a favor de su pueblo condenado expresada en el sacrificio expiatorio de su Hijo Amado.

Esta “muerte de cruz” del Hijo de Dios/Elohim – Jesucristo/ YeshuaHamashiaj - venido en carne es la piedra angular del plan de Redención de las naciones y que ha cambiado la historia para siempre. Pero como el pueblo a ser redimido había sido "zarandeado" en los "cuatro vientos" de la tierra, mezclado con todas las etnias e indiferenciado de ellas, la Misericordia dedicada a su pueblo desterrado Efraín debía de extenderse a "toda criatura". Porque si bien no todo Israel(Efraín) sería salvo, sino solo un remanente (Romanos 9:27) era preciso que todo Israel(Efraín) escuche el mensaje de Salvación y este podría estar oculto detrás de todas las razas, pueblos y naciones de la tierra. Por eso la misión apostólica, y la misión de “las iglesias de Cristo” tuvo un propósito en misterio que era – es - alcanzar a Israel(Efraín) en su destierro y un propósito explícito que era - es - alcanzar a “toda criatura” (que es el que todos conocemos). Ambos propósitos no son contradictorios sino que uno supone el otro. Esta intención de rescatar a "Efraín" con Su "pura gracia" – el sacrifico expiatorio de su Hijo Amado - había sido anunciado en Oseas 14:4:

" Yo sanaré su rebelión, (la del desterrado Efraín)
los amaré de pura gracia;
porque mi ira se apartó de ellos".

Lo que fue confirmado siglos mas tarde por las palabras del ángel que anunció a José la naturaleza del fruto del vientre virginal de su novia María:

"Y dará a luz un hijo,
y llamarás su nombre Jesus/Yeshua,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados."
Mateo 1:21

Veamos que, si se quiere leer la letra pequeña, siempre hay una dimensión nacional referida a la redención de Israel(Efraín) contenida en la predicación del evangelio a "toda criatura”. De este modo, cuando nuestro Señor - el Cordero de Dios/Elohim - declaró: "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mateo 15:24), sus palabras retumbaron a través de los siglos enlazándose con el destino del pueblo desterrado en el 722 A.C.. La "pura gracia" de YaHVéH se había hecho carne en la "plenitud de los tiempos" y bregaba ahora por la redención del colectivo de "Efraín" perdido entre las naciones 750 años atrás. Por eso decimos que el objetivo primario del evangelio fue la “casa de Israel”, y por lo tanto este mensaje estuvo “desadaptado” al judaísmo desde el inicio. Y para alcanzar su objetivo primario el anuncio del Reino no podía expresarse ni en latín (la lengua romana), ni en hebreo (la lengua judía), sino en la lengua universal que – por lo demás - expresaba con nitidez la nueva teología de redención universal: el griego. Y al cambiar el lenguaje y la teología (ver 00.0 “Viejo pacto, Nuevo pacto y la gloria del Sacerdocio Real”), y recibir la hostilidad – muchas veces asesina - tanto de romanos como de judíos, las “iglesias de Cristo” se vieron obligadas a seguir su propio camino entre las naciones para alcanzar el propósito de redimir a un Israel(Efraín) que se había vuelto universal. Naturalmente que esto no era visto así conscientemente por los lideres cristianos de los siglos de la gracia, que pretendían tan solo alcanzar a “toda criatura” y no a Israel(Efraín), pero así está manifestado en la profecía y escrito en los cielos. De todos modos este objetivo no precisaba ser consciente para que se cumpliera, ya que predicando el evangelio a “toda criatura” se alcanzaba al “Efraín”/“casa de Israel”/hijos de Israel” oculto entre las naciones. Es más: era la única forma de alcanzarlo.

Es útil recordar aquí que el paso posterior a la redención de un remanente de Israel(Efraín) de entre las naciones no puede ser otro que su retorno a la tierra de la promesa. Una cosa se deduce de la otra. Y este retorno permitirá la restauración del “Tabernáculo caído de David”, esto es: el reino davítico redivivo del final de los tiempos también llamado Reino de los Cielos. Y tanto esto es así en este sentido iba la pregunta de los discípulos, que no percibían el tiempo que llevaría la redención de un remanente de Israel(Efraín) de entre las naciones: "Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?". Y si bien Jesús/Yeshua no respondió – o respondió con evasivas - a la pregunta de sus discípulos fue muy claro en las instrucciones a sus enviados/apóstoles según Mateo 10:5-6:

" A estos doce envió Jesús,
y les dio instrucciones, diciendo:
Por camino de gentiles no vayáis,
y en ciudad de samaritanos no entréis,
sino id antes a las ovejas perdidas
de la casa de Israel".

Esta es una instrucción que confirma que la estrategia de Jesucristo/YeshuaHamashiaj - Mesías de Israel/León de Judá - estaba perfectamente trazada: sus enviados/apóstoles debían de ir a anunciar el Reino mesiánico a los descendientes de los "hijos de Israel"/"casa de Israel"/”Efraín” sin pérdida de tiempo (nota 2), no a los gentiles (aunque esta palabra muchas veces ocultó una referencia a los israelitas “gentilizados” irreconocibles entre ellos). Esto es algo que debemos grabar correctamente en nuestra mente porque nos lo han enseñado mal y es un entendimiento para estos días.

6) los apriscos de las "ovejas perdidas":

Ahora bien, debido al largo periodo de los siglos de la gracia las "ovejas pedidas" reencontradas por el evangelio del Reino precisaban "apriscos" en donde ser guardadas, alimentadas y cuidadas, ya que el rescate de un remanente demoraría "dos días" proféticos y un poco mas, esto decir: un poco mas de 2.000 años corrientes. Y estos "apriscos" para guardar sus ovejas rescatadas de entre las naciones fueron - y son - "las iglesias de Cristo”. Y así, fundamentados en la doctrina de los apóstoles, y revestidas de los multiformes dones de Dios/Elohim (1 Corintios 12:4-11) estos "apriscos" de ovejas del Mesías de Israel/León de Judá – el Gran Pastor - crecieron y, a su vez, enviaron mensajeros del Reino a todos los rincones de la tierra.

El núcleo de estos "apriscos" del Gran Pastor estuvo en el hoy territorio europeo en donde se habían extendido en forma predominante los "hijos de Omri"/”hijos de Israel”/”casa de Israel”. Y desde esas geografías partieron a lo largo de los siglos de la gracia misioneros a todas las naciones de la tierra (especialmente a partir del siglo XIX). Y luego desde América que, en este sentido, fue una prolongación de Europa. Hubo entonces en esta operación rescate planetaria de Efraín primero apóstoles/enviados del Cordero (trece en total) y luego misioneros enviados por los "apriscos"/"iglesias de Cristo" que completaron la labor apostólica hasta los extremos de la tierra.

7) "peregrinos y extranjeros" en este mundo:

Digamos finalmente evangelio del Reino – la operación rescate de un remanente de Israel(Efraín) - siempre fue de escándalo a quien lo recibió porque convierte a los ciudadanos de las naciones en súbditos de un Reino venidero, lo que significa la sustitución del sistema de cosas de este mundo por una realidad celestial que llenara de gloria el mundo "como las aguas cubren al mar". Así, aquel que acepta al evangelio del Reino y convierte su corazón al Mesías de Israel/León e Judá se transforma en ajeno a este mundo, "peregrino y extranjero", y anhelante de ejercer por completo su ciudadanía en el Reino venidero a la que solo puede acceder ahora por fe. Esto supone, en los hechos, una doble ciudadanía de difícil compaginarán mientras estemos en la carne. Así, la tensión entre la “ciudadanía de los cielos” (Filipenses 3:20) y la ciudadanía de las naciones seguirá vigente hasta que "esto que es corruptible se revista de incorrupción" (1 Corintios 15:53). Especialmente se ve esta incompatibilidad de ciudadanías en los regímenes totalitarios que exigen devoción exclusiva hacia sus autoridades terrenales.

Por eso los judíos de Tesalónica pudieron acusar al apóstol Pablo y a los cristianos de esa ciudad frente a las autoridades del impío Imperio Romano diciendo:

"Estos que trastornan el mundo entero
también han venido acá";
(Hechos 17:6)

Escándalo y tribulación, contradicción y aflicción, acompañaría - y acompaña hoy en la mayoría del mundo habitado – la predicación del evangelio del Reino, que enfrenta los rudimentos de este mundo con la gloria y sabiduría del Reino de los Cielos venidero. Pero – en compensación - el gozo inefable del Espíritu Santo reviste los corazones de los que anuncian un Reino de Paz y Justicia mas allá del horizonte:

"!!Cuán hermosos son sobre los montes
los pies del que trae alegres nuevas,
del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien,
del que publica salvación,
del que dice a Sión: Tu Dios reina!!

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nota 1): una idea de cual puede haber sido la distribución de los "hijos de Israel/ "casa de Israel"/ "Efraín" en las hoy naciones europeas la encontramos en un estudio de un erudito judío:

"Yair David llegó a las siguientes conclusiones, bien documentadas, a partir de fuentes talmúdicas, históricas y arqueológicas: Efraín acabó en Gran Bretaña, Manases en USA, Rubén en Francia, Simeón en la Europa celta y judía, Levi a dondequiera que fuesen los judíos, Yahudáh (Judá) fue a todas partes, Isacar acabó en Suiza y en Finlandia, Zebulón en Holanda, Gad en Suecia, Asher en Escocia, Benjamin con los judaitas en Bélgica, en Normandía y en otros lugares, Dan con los daneses y los celtas de Europa y Neftalí con los noruegos en Noruega. Como puede usted ver claramente, ambas casas fueron prácticamente a todas partes, aunque Yahudáh (Judá) tuvo mas éxito en mantenerse unido".

Citado por el rabino, Moshe Yoseph Koninchowsky ("Your Arms To Israel")

Aunque siempre hay que recordar que los "hijos de Israel"/ "casa de Israel"/ ”Efraín” se movieron por toda la geografía planetaria y podemos encontrarlos hoy provenientes de toda lengua, raza, tribu, pueblo o nación.

nota 2) si leemos las entrelineas de los evangelios y el libro de los Hechos, vemos que fue a los "hijos de Israel"/"casa de Israel"/”Efraín”, en primer lugar, a quienes fue dirigido el evangelio. Así se dice en Hechos 10:36 se dice

"Dios envió mensaje a los hijos de Israel,
anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo;
éste es Señor de todos".


Sin embargo nosotros conocemos la predicación del evangelio principalmente a partir de las cartas del apóstol Pablo que fue levantado después de los doce apóstoles del Cordero. El apóstol Pablo fue llamado en condiciones singulares en el camino a Damasco y levantado por el Señor con un ministerio diferente al de los doce: a los "gentiles", y a los "reyes" (Hechos 9:15), y como última encomienda también a los "hijos de Israel". De modo que si bien el peso del testimonio escrito que hoy tenemos es el del “evangelio a los gentiles”, sin embargo el énfasis excluyente del ministerio de los doce fue a los "hijos de Israel/"casa de Israel"/”Efraín” a los que efectivamente - y sin pérdida de tiempo – se dirigieron los apóstoles del Cordero como da testimonio la historia.

No obstante esto, las dos lecturas: la del “evangelio a los gentiles” y la del evangelio a los "hijos de Israel", se fundieron con el pasar del tiempo en una sola ya que los "hijos de Israel" se mezclaron por completo con los gentiles y esto hizo necesario la predicación del evangelio a "toda criatura", y a todas las naciones de la tierra.

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