LA PERSECUCIÓN
PERMITIDA


El tiempo en que habrá persecución en toda la tierra contra la descendencia de Israel o lo que es lo mismo: “los que guardan los mandamientos de Dios y llevan el testimonio de Jesucristo “ se ha acercado. ¡¡Y esta persecución final será "lo que él quiso... hasta que se cumplan las palabras de Dios"!!.

Es esto lo que se vislumbra en Jeremías 16:16:

"y después enviaré
muchos cazadores,
y los cazarán por todo
monte
y por todo collado,
y por las cavernas de los peñascos"

Y también en Apocalipsis 13:7:

"Y se le permitió hacer guerra
contra los santos,
y vencerlos "

¡¡¿Y porque Dios permitiría esta cacería planetaria contra su propio pueblo?!! Pues porque la "pesca" iniciada hace "dos días" proféticos habrá sido completada. Y será entonces la hora de que la "descendencia de Israel" que “tiene el testimonio de Jesucristo” retorne a su tierra. Y llegados allí – por los procedimientos que señalaremos mas adelante - el "remanente de Jacob/Israel" recibirá "visiones y sueños" que unirán el corazón de los hijos al corazón de los padres (Joel 2:28; Malaquias 4:6). Y Judá mirara a quien "traspasaron" y será derramado sobre ellos "espíritu de gracia y oración" (Zacarías 12:10).Y entonces el ”palo de José” se juntara con el “palo de Judá” (Ezequiel 37: 16-17) en el “día de Jezreel”.

Es para hacer retornar las “ovejas perdidas de la casa de Israel” a su tierra que se desatará la persecución permitida por Dios/Elohim contra los “descendientes de la mujer(Israel)”. Esto es lo que nos dice Jeremías 16:16 y Apocalipsis 12.

La función de los cazadores islámicos que hoy convulsionan el mundo – y odian a Dios/Elohim - es algo parecida a los perros ovejeros que ayudan al pastor a recoger su rebaño al final del día. Es algo parecido, digo, a eso. Solo que estos “perros ovejeros” estarán desprovistos de ternura y amenazaran con despedazar a las ovejas. Pero sin querer las empujan - vivas o muertas es lo mismo porque son eternas - a su aprisco final donde reposaran al cuidado del Gran Pastor. Será lo mismo que la persecución nazi que tuvo como consecuencia la creación del Estado de Israel (en realidad es el Estado de Judá). Solo que esta vez la persecución principal será a las ovejas de la “casa de Israel” oculta en misterio en “las iglesias de Cristo” de sana doctrina de todas las denominaciones (nota 1).

Otra razón de este extraño procedimiento será la separación del trigo y la cizaña dejada para el final de los tiempos - según nos cuenta varias parábolas que frecuentemente olvidamos - e incluirá el “rapto” de los que “hayamos quedado” al final.

Pero para que esta persecución despiadada de los “muchos cazadores” finales sea exitosa es necesario que el poderío de los EEUU – la mayor potencia mundial y de testimonio cristiano - sea doblegado. Y no lo será por la mano del hombre, sino por Dios/Elohim mismo. Y es que el manantial de violencia que se pergeño en la “cultura del entretenimiento” norteamericana no puede quedar sin juicio en la hora de los ajustes de cuentas. Y entonces esa riquisima experiencia de nación multinacional y multiracial, única en la historia de la humanidad, será juzgada catastróficamente – al estilo hollywoodiense – por una terrible catástrofe nacional.
El Estado de California - cuna de apostasía y oposición a la fe bíblica - es el carozo de la Gran Ramera. Aquella que con el cálice rebosante de sus fornicaciones (cali–fornia) será arrojada a las profundidades del mar, como se anuncia en Apocalipsis 18:21, en un juicio que tendrá otros ingredientes terribles a escala mundial y dejara pálido al mega-atentado del 11-S.

Y entonces – dividida profundamente en su seno, cargada de violencia programada y agotadas por catástrofes naturales - la mayor potencia de la historia se pondrá de rodillas y abrirá el camino a la bestia y a los “diez reyes” que recibirán poder “por una hora” y lo cederán a la bestia para perseguir a los santos (“escogidos y fieles”). A partir de ese momento fatídico – y no obstante preparado por Dios/Elohim para su propósito eterno - sabremos definitivamente de que trata el agónico “tiempo de los cazadores” anunciado en Jeremías 16:16.


(continúa)

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nota 1): Es útil recordar que Teodoro Herzl concibió el sionismo - germen del Estado de Israel actual - como consecuencia del "Caso Dreyfus", en 1894, en el que se acuso falsamente a un militar judio-frances de espionaje por prejuicios raciales. Y el Estado de Israel vino a existir en 1948 fruto de la pesadilla de la persecución nazi y el holocausto judío. Sin este precedente el "problema judío" y la necesidad de una tierra propia que evitara para siempre las persecuciones (¡que utopía!) no hubiera movilizado al mundo y el Estadio Judío existiría. Aquí vemos actuar el mismo principio por las cuales Dios/Elohim permite la persecución del remanente de Jacob/Israel, o la “descendencia de Israel” contenida en "las iglesias de Cristo". Entonces, en la parte final de los últimos días judíos y cristianos serán unidos por la persecución de los "muchos cazadores" - la "gran tribulación" o la "angustia de Jacob" - y un resto de ellos lavado por la sangre del Cordero recibirá luego del retorno a Sion glorificada el derramamiento del Espíritu que los sellara de nuevo como un único pueblo.